Comentario
El día 9 de julio, el ejército cristiano pasó ante el castillo de Salvatierra, en poder de los musulmanes. Las tropas cristianas no se plantearon su asedio, debido a la cercanía del ejército enemigo. Y por la misma razón, el día 11, el jefe de la vanguardia, Diego López de Haro, decidió que se adelantasen su hijo Lope y sus sobrinos, Sancho Fernández y Martín Muñoz de la Finojosa, con el fin de ocupar las alturas del norte de Sierra Morena que se levantaban ante ellos, antes de que las tomasen los moros.
El jueves, 12, esta avanzada estableció contacto con el enemigo, en el puerto del Muradal, junto al castillo del Ferral. Los cristianos, sorprendidos por los musulmanes, tuvieron grandes dificultades para tomar la cumbre, pero, finalmente, lograron plantar allí sus tiendas y hacerse fuertes. El lugar se conoce hoy como La Ensancha.
El grueso del ejército cristiano llegó al pie del monte a primera hora de la tarde, acampando cerca del cauce del Guadalfaiar, conocido hoy como río Magañas, El viernes, 13, tras invocar el nombre del Señor, los tres reyes iniciaron la subida y acamparon en La Ensancha. Ese mismo día, tomaron el castillo del Ferral, aunque, según refiere el arzobispo de Narbona, no fue necesario asaltarlo, ya que sus defensores lo abandonaron ante el avance cristiano. De este lugar, conocido en las fuentes como castillo de la Cuesta (Hisan Al' Iqah) sólo quedan hoy unos muñones correspondientes a su torre.
Las avanzadillas musulmanas se replegaron hacia la actual población de Santa Elena, donde se asentaba el real del califa Abu Abel Allah Mamad b. Yusuf b, Yacub b. Abd Al Mu'nin, conocido por al-Nasir y, entre los cristiano como el Miramamolín. Pero dejaron bien guarnecido el Paso de la Losa, desfiladero angosto que se encuentra en la vertiente sur del camino del Muradal, confundido por muchos autores con el desfiladero de Despeñaperros. Nosotros conseguimos identificarlo unos kilómetros más al oeste, tal como figura en el mapa de la batalla (coordenadas X 452959 Y 4244719 o entre las cotas 752-745 y 732-731).
Los castellanos intentaron, infructuosamente, forzar el paso y se produjeron choques, cuya violencia queda reflejada por la toponimia actual: Cerro de las Calaveras y Collado de la Matanza.